Comisiones Obreras de La Rioja | 17 agosto 2025.

Machismo cotidiano. Todo muy “normal”

    Noticias que nos ponen en alerta.El machismo no es una patología, no es una desviación, no es una excepción. Es el sistema. Es la norma. 

    14/08/2025.
    Un chico de 23 años, muy "normal"

    Un chico de 23 años, muy "normal"

    Acabamos de leer la columna de Ana Bernal-Triviño en Público sobre la caza sexual de mujeres para chats privados, junto con las noticias del día con las detenciones y la investigación abierta, y tenemos el estómago revuelto. No por sorpresa, sino por la confirmación brutal de lo que llevamos años denunciando: el machismo no es una patología, no es una desviación, no es una excepción. Es el sistema. Es la norma. 

    Se ha destapado una red de violencia machista digital en la que cientos de hombres compartían vídeos íntimos de mujeres sin su consentimiento en chats privados de WhatsApp y Telegram. Los vídeos eran grabados por sus parejas o conocidos, a menudo con cámaras ocultas en dormitorios y baños. Para mantenerse en estos grupos, los participantes debían aportar “material” nuevo cada día. Los cabecillas, dos jóvenes de 23 años de La Rioja, ya han sido detenidos, y hay más de treinta víctimas identificadas. La investigación continúa, pero el silencio cómplice de más de 400 hombres que participaron en estos chats es ensordecedor.

    Desde aquí, desde nuestra tierra, desde La Rioja, desde el espacio violeta de CCOO queremos gritar que esto no es un caso aislado. Es una manifestación más del patriarcado que nos atraviesa. Estos chicos “normales”, universitarios, deportistas, de buenas familias, son el reflejo perfecto del machismo cotidiano. El que se disfraza de romanticismo, de camaradería, de bromas entre colegas. El que nos graba sin consentimiento, nos expone, nos convierte en mercancía para alimentar su ego y su deseo de dominación.

    Y mientras tanto, los medios se empeñan en recalcar que eran “normales”. ¿Qué significa eso? ¿Que el machismo es parte de la normalidad? Pues sí. Y eso es lo que hay que romper. Porque si no lo hacemos, seguiremos criando generaciones de agresores que se creen con derecho a nuestros cuerpos, a nuestra intimidad, a nuestra vida.

    Y desde aquí, desde CCOO de La Rioja, exigimos algo que los medios no han tenido el valor de hacer: queremos saber quiénes son. ¿Por qué se protege la identidad de los agresores cuando las víctimas ya han sido expuestas sin piedad? ¿Por qué se nos oculta el rostro de quienes han vulnerado la intimidad de decenas de mujeres? Si son tan “normales”, que den la cara. Que sus nombres resuenen en cada rincón de La Rioja. Porque el anonimato de los agresores es otra forma de violencia institucional.

    No basta con indignarse. Hay que actuar. Hay que hablar con nuestros vecinos, nuestros hermanos, nuestros amigos. Hay que incomodar. Hay que exigir justicia, reparación y educación feminista. Porque no vamos a permitir que nos sigan cazando como si fuésemos presas. Somos mujeres, somos libres, y somos peligrosas para el sistema que nos quiere silenciadas.