Comisiones Obreras de La Rioja | 28 abril 2024.

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El reto de la atención conjunta, sanitaria y de Servicios Sociales

    Jornada desarrollada por Agustín Reoyo Jimenez y organizada por la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO de La Rioja para orientarnos por donde tiene que pasar el futuro de la atención a los cuidados de las personas mayores y dependientes.

    27/02/2024.
    Jornada organizada por la Federación de pensionistas y jubilados

    Jornada organizada por la Federación de pensionistas y jubilados

    En  CCOO venimos reivindicando desde hace muchos años una nueva forma de trabajo, nuevas  estrategias o planificaciones que incluyan a la actividad asistencial, puramente sanitaria, en  los servicios de carácter social que hasta ahora  se han ocupado  de forma separada, en algún caso de forma inconexa, y sin embargo ambas se ocupan  de las personas en situación de dependencia.

    Esta situación adquirió su momento de mayor impacto durante el peor periodo de la pandemia por COVID-19, especialmente grave fue el caso de  las residencias, donde el número de fallecimientos se elevó a cifras insospechadas. Durante ese tiempo y en los meses siguientes se ha mostrado la preocupación de los gestores, los responsables asistenciales y los políticos,   que esta falta de conexión hubiera derivado en serios problemas socio-sanitarios,  y se han  mostrado  con la mejor  intención de resolver o mejorar esta situación. 

    El principal factor de deterioro, a nivel físico o psíquico, es la edad, pero no por una relación directa sino por su correspondencia con las enfermedades crónicas y su implicación en patologías cardiovasculares, musculo esqueléticas, neurológicas,… No deberíamos diferenciar en dos actuaciones diferentes la atención asistencial sanitaria y la atención a la persona en situación de dependencia, sea esta de cualquier nivel de evaluación o valoración. Una vez que se produce la necesidad de cuidados para mantener las actividades de la vida diaria, las actividades de tipo asistencial sanitario van a producirse de forma paralela con las demandas de carácter asistencial de servicios sociales, casi siempre en el mismo grado y al mismo tiempo en los dos ámbitos.  Por ello, se hace tan importante las medidas de  carácter preventivo, de educación y promoción  para la salud. Posponer los procesos crónicos o cualquier tipo de enfermedades prevenibles que puedan causar déficits físicos o psíquicos, no comienza en la edad adulta o con los mayores, se ha de iniciar y mantener durante toda la vida, y creemos que los agentes más cercanos y accesibles provienen de la Atención Primaria de salud, sin excluir otros tipos de actividades o estrategias de carácter social.

    Si valoramos de forma global los datos de petición o solicitud de valoración de grado de dependencia, comprobamos que es cerca de un 5% de toda la población censada en España, unos 2 millones de personas. De todos ellos un 80% se produce en mayores de 65  años, y el 20 % restante se reparte entre los distintos grupos de edad hasta los 64 años. Si valoramos el “riesgo” de presentar  una solicitud de valoración de situación de dependencia en relación a la edad, en función a la ponderación por grupos etarios, podemos observar que casi el 38% de toda la población mayor de 80 años tramita esta evaluación, casi un  7% de toda la población entre los 65-79 años también realiza este proceso, y el 1,4% de la población restante. Con una pirámide de población para los próximos años de tipo regresivo, con un porcentaje mayor de personas con más de 65 años, la posibilidad de que aumente el número de personas en situación de dependencia es muy alta, se puede calcular en unas 300.000 personas más. Además se puede agravar si las condiciones físico-psíquicas de las personas es peor al llegar a los 65 años, de aquí la importancia de una buena educación, promoción o prevención de la salud en toda la población, iniciada desde los primeros años de vida.

    CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA SEGÚN SU ENTORNO DE ATENCIÓN.

    Si tomamos de forma esquemática la atención de personas en situación de ayuda y/o cuidados, existen dos tipos de escenarios: asistencia en el domicilio y atención en un centro residencial, cada una de ellas con unas circunstancias y estrategias distintas de actuación.  

    Todas las iniciativas actuales persiguen la atención del ciudadano en su domicilio o hábitat habitual, tanto por las peticiones del propio interesado como por las políticas motivadas desde la UE, con el intento de postergar, en lo posible, la institucionalización de las personas. Las características físicas, psíquicas, de vulnerabilidad o de requerimientos sanitarios o ayudas sociales son distintos en personas atendidas en su domicilio o en un centro residencial. 

    1.        Las personas en situación de dependencia en el ámbito no institucionalizado, en su domicilio:

     Es factible que un gran grupo de personas que requieren cuidados ocurra durante un periodo limitado de tiempo, con la curación o mejora de su proceso que ponga fin a la necesidad de ayudas. Normalmente las personas en situación de dependencia  se corresponde con hombres y mujeres  con patologías crónicas, por encima de los 65 años,  y que van a presentar empeoramiento  de sus procesos. El final de estos procesos, más o menos prolongados, suelen finalizar  con el ingreso en una institución/residencia o con el fallecimiento en el ámbito domiciliario o en el ingreso hospitalario previo. En cualquier caso la evolución de los procesos van paralelos tanto desde el entorno sanitario como en el de servicios sociales. Empeoramientos de carácter médico asistencial llevan añadidos, casi con seguridad, mayores necesidades de tipo asistencial social. Esta visión es en una doble dirección y por ello se hace imprescindible una absoluta coordinación entre servicios.

    Para poder mantener a una persona en situación de dependencia en su domicilio se necesitan medios desde el ámbito sanitario y de los servicios sociales.

    Asistencia sanitaria: 

    -          La referencia ha de ser la Atención Primaria, con Médica de Familia, Enfermera, Auxiliar de enfermería, y el resto de profesionales que participan en este nivel asistencial. Podríamos incluir la Farmacia Comunitaria como un agente más en estas actuaciones.

    -          AP en su conjunto debe realizar la actividad de gestión y seguimiento de los pacientes  pero tiene que existir una absoluta coordinación con el nivel hospitalario. Es necesaria la comunicación con los servicios de Geriatría hospitalaria, si los hubiere, o de Medicina Interna, para beneficiarse de la posibilidad de ingresos programados, hospitalización domiciliaria o interconsultas de distintas especialidades.

    Servicios Sociales:

    -          Para una correcta atención necesitaríamos unos servicios de carácter profesional, de alta intensidad, en número de horas de atención, de limitado copago.

    -          Entre los servicios principales: Teleasistencia, Teleasistencia avanzada, Centros de Día, Ayuda a Domicilio. 

    -          Es la Ayuda a Domicilio el servicio principal para lograr que una persona que requiera cuidados pueda mantener una buena atención dentro de su entorno y con un grado de satisfacción suficiente.

    2.        Las personas en situación de dependencia que se encuentren ingresados en instituciones, los residentes en centros de servicios sociales.

    Estas personas presentan generalmente cuadros de alta vulnerabilidad, requerimientos asistenciales sanitarios, por procesos crónicos, deterioros musculo esqueléticos, alteraciones neurológicas (incluido el deterioro cognitivo),… que necesitan atención continuada y, en su gran mayoría, sin poder conservar mínimamente  su autonomía personal. Aquí las exigencias se relacionan con una atención sanitaria basada en las reagudizaciones, empeoramientos de procesos crónicos con la posibilidad de ingresos hospitalarios para atenderlos. Por ello, debería ser imprescindible una relación directa, coordinada y mantenida en el tiempo, entre responsables de los centros residenciales y el centro hospitalario de referencia, con información compartida, y valoración de posibles causas o desencadenantes de empeoramientos con ingresos hospitalarios reincidentes.

    Características de las personas en situación de dependencia según el tipo de gestión de los servicios.

    También debemos diferenciar la responsabilidad de la  gestión, tanto por servicios privados como por el sistema público, tanto en la asistencia sanitaria como en el tipo de la atención por servicios sociales.

           En la revisión que hemos expuesto previamente se puede percibir que el número de personas que mantienen una asistencia sanitaria de carácter privado puede alcanzar cifras altas en la actualidad, pero no en personas por encima de los 60 años, salvo en las mutualidades de funcionarios. De tal forma que no tiene excesiva repercusión en el momento de una coordinación socio sanitaria. 

           En el entorno de los servicios sociales nos movemos en sentido inverso. Los centros residenciales son en un 20% público, de forma aproximada, y un 80% de tipo privado o concertado. En el resto de los servicios, (tele asistencia, centros de día, ayuda a domicilio…) suelen ser de naturaleza privada. 

           Todas esas circunstancias provocan una gran disparidad de acciones que complican, aún más si cabe, la complejidad de la coordinación sociosanitaria. 

    Si consideramos  desde el ámbito más general y global hasta el más cercano y práctico, los cuatro puntos clave que debemos remarcar son: 

    1.Tipo de gestión del servicio social, en un porcentaje elevado es de tipo privado, bien por conciertos, contrataciones o centros públicos de gestión privada. 

    2.Gestión del servicio sanitario: En los grupos etarios más altos   la atención sanitaria es de carácter público.

    3.Coordinación de servicios. Se necesita armonizar, por un lado, los servicios sanitarios: entre AP y hospitalaria, y por otro, entre las distintos servicios sociales (teleasistencia, centro de día, ayuda a domicilio), y  a su vez entre los dos servicios.  

    4. La persona de enlace entre ellos. Probablemente sea la clave de la estrategia de coordinación. Mantener una persona de referencia en cada uno de los  dos servicios, es absolutamente necesario. Crear la figura de los gestores (responsables, enlaces, coordinadores….) socio sanitarios con  la posibilidad de ofrecerles responsabilidades para ejecutar de forma eficiente las carencias, de las personas en situación de dependencia,  y las que se van a ir produciendo (sanitario y social), y que además sean complementarias. Estos responsables de procesos no tienen por qué ser facultativos. 

    ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS EN EL  DESARROLLO DEL PROCESO

    Ø  Estructuras separadas

    Ø  Múltiples servicios implicados

    Ø  Falta de interconexión (Hª Clínica?) protección de datos

    Ø  Medios asistenciales heterogéneos según las distintas  CCAA

    Ø  Personas de enlace permanentes

    Ø  Listas de espera en dependencia