Comisiones Obreras de La Rioja | 2 abril 2025.

MANIFIESTO #8M2025 Plataforma 8 de marzo de La Rioja

Por más mujeres escuchadas, visibles y líderes

    Llamamos a la participación activa en la manifestación que saldrá a las 19h desde la Glorieta del Dr. Zubía en Logroño, con el convencimiento de que uniendo fuerzas, ganamos avances en igualdad, en progreso social, en democracia y en derechos.

    06/03/2025.
    Plataforma 8M La Rioja

    Plataforma 8M La Rioja

    Todos los días deberían ser 8 de marzo mientras no cese la violencia contra las mujeres; este año más que nunca queremos poner en valor y visibilizar la lucha diaria de las mujeres a lo largo del mundo, para conseguir un mundo “sin violencias y en paz”. Donde todas las personas podamos desarrollarnos plenamente. 

    Denunciamos la violencia de las guerras, una violencia basada en la destrucción y el odio al diferente, porque desde el odio solo se destruye como hemos visto a lo largo de la historia. Las guerras imposibilitan la vida y aceleran la destrucción del planeta. 

    Denunciamos el nuevo intento de aniquilamiento del pueblo Palestino, el intento de anexión del territorio de Gaza por parte del régimen sionista de Israel. Un genocidio donde la infancia y las mujeres han sido las víctimas mayoritarias. Denunciamos también la violencia fascista de Trump donde se han visto recortados los derechos a las personas migrantes y de minorías, a las mujeres y al colectivo LGTBI.

    Queremos un mundo en paz con las mujeres, libre de violencias machistas en cualquiera de sus formas física, psicológica, sexual, vicaria, económica, institucional. Que pasa también por liberar a miles de mujeres que invisibles sufren situaciones de esclavitud en el sistema prostitucional o sometidas por la redes de trata para explotación sexual y reproductiva, y a los matrimonios forzosos. Por un aborto libre, gratuito y sin obstáculos.

    La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los pilares básicos para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas, pero el mundo está lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030 como se recoge en los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas. 

    Avanzar en la igualdad de género es fundamental para crear una sociedad sana en todos sus ámbitos, desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar. 

    Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población y, por tanto, también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social, por eso es vital que trabajemos por el empoderamiento de las mujeres, especialmente, de las jóvenes y las niñas. 

    Empoderamiento significa generar mayor autonomía para las mujeres, reconocer y visibilizar sus aportaciones. Empoderarse implica participar plenamente en todos los vectores; el económico, el político, y el social. De este modo se construyen países y economías más fuertes y justas, más estables y que contribuyen a mejorar la vida de todas las personas, y este es sin duda un reto.

    Desde la Plataforma 8 de marzo apostamos por el feminismo como elemento sustancial de transformación ante las viejas estructuras y normas patriarcales y ante los nuevos movimientos reaccionarios y fascistas. 

    No nos han regalado nada y hemos debido luchar para acceder a un ámbito laboral, social, cultural, académico y político, que se nos negaba; pero vamos superando los obstáculos que nos han puesto para lograr un empleo que nos permita obtener autonomía e independencia económica. En este momento hay más mujeres empleadas que nunca. Lograr la igualdad salarial para los trabajos de igual valor es también feminismo. 

    La negociación y aplicación de los protocolos de prevención y tratamiento del acoso sexual y por razón de sexo, y la denuncia de todo tipo de violencia machista, en el entorno laboral, también es feminismo.

    La denuncia pública y solidaria con las víctimas de los tratos vejatorios en los interrogatorios jurídicos más mediáticos de los últimos meses, cuando los profesionales que deben mantener su imparcialidad, atacan a la víctima revictimizandola una vez más, y denunciamos la violencia machista institucional, eso también es feminismo.

    Feminismo es trabajar por la igualdad y por los derechos sociales, laborales y humanos.

    Ante todas las desigualdades y las discriminaciones que siguen sufriendo las mujeres y por la eliminación de los patrones machistas que siguen imperando en nuestra estructura social y las resistencias que presentan para su desaparición, unimos nuestras voces en este 8M junto al movimiento feminista nacional e internacional. 

    Alzamos la voz para denunciar las desigualdades que persisten en el mercado laboral. Somos mujeres trabajadoras, sindicalistas y feministas, que venimos a cambiar las reglas que nos condenan a condiciones de desigualdad y nos hacen enfrentar barreras por el hecho de ser mujeres. Este día es un llamamiento a la acción, la reflexión y la transformación, porque sin nosotras, el trabajo se detiene.

    En España, las mujeres sufrimos una tasa de paro del 11,83 %, frente al 9,53 % de los hombres, lo que evidencia cómo el hecho de ser mujeres nos expone a mayores condiciones de desempleo. Además, somos mayoría en sectores clave como la educación, la sanidad, el trabajo doméstico, los cuidados y el comercio, sectores marcados por la precariedad, salarios bajos y condiciones laborales inestables.

     La brecha salarial ronda el 20 %, lo cual nos deja claro que, a día de hoy, la regla para las mujeres es "A igual trabajo, menor salario". Esta injusticia no solo afecta nuestras economías personales, sino que también condiciona nuestras pensiones, aumentando el riesgo de pobreza en la vejez.

     

    El trabajo de cuidados, esencial para la vida y la economía, recae mayoritariamente sobre nosotras. El 84,37 % de las excedencias por cuidados siguen siendo solicitadas por mujeres. Cuidamos de hijos e hijas, personas mayores, enfermas o dependientes. Los cuidados son un trabajo no remunerado y poco valorado que sostiene el sistema. Sin embargo, no se reconoce ni se redistribuye. La falta de políticas públicas integrales que pongan en el centro los cuidados y la ausencia de corresponsabilidad masculina nos obliga a asumir dobles o triples jornadas.

    La sociedad en la que vivimos exige una evolución en el concepto de masculinidad. Es necesario un hombre nuevo, más consciente, inclusivo y corresponsable, que desafíe las nociones rígidas y estereotipadas impuestas por el patriarcado. Un hombre que entienda que la igualdad entre mujeres y hombres no es solo una aspiración, sino una responsabilidad compartida.

    Para alcanzar una verdadera equidad, no basta con que las mujeres luchen por sus derechos; es imprescindible que los hombres se sumen activamente a esta transformación. Se requiere una masculinidad que no se defina por la dominación o la fuerza, sino por el respeto, el cuidado y la justicia. Un hombre evolucionado no ve la igualdad como una amenaza, sino como una oportunidad para construir una sociedad más justa y equilibrada, en la que tanto hombres como mujeres puedan desarrollarse plenamente.

    Es momento de romper con los modelos tradicionales que limitan y perpetúan desigualdades. La verdadera revolución de género no se logrará sin la participación activa y comprometida de los hombres en todos los ámbitos de la vida, desde lo doméstico hasta lo social y laboral. Solo así podremos avanzar hacia un mundo donde la igualdad no sea un ideal, sino una realidad.

     Solicitamos:

    - Reforzar y garantizar los instrumentos y recursos de inspección control y sanción de la autoridad laboral competente para el cumplimiento de la legalidad en igualdad de género y no discriminación en el ámbito laboral. 

    - Dignificar el sector de los cuidados, como un paso imprescindible para garantizar la equidad de género. Una labor que en España siguen realizando en la mayoría de los casos las mujeres, sobre todo aquellas en situación de mayor vulnerabilidad.

    - Ante todas las desigualdades y las discriminaciones que siguen sufriendo las mujeres y por la eliminación de los patrones machistas que siguen imperando en nuestra estructura social y las resistencias que presentan para su desaparición.

    - Incrementar y mejorar las políticas activas de empleo con perspectiva de género de manera transversal, impulsando el acceso y cualificación de las mujeres a sectores productivos emergentes derivados de las transiciones digital, ecológica y demográfica.

    La mujeres unidas, volvemos a ocupar las calles porque queremos un mundo alternativo con mirada feminista, en el que se defiendan los derechos humanos de todas las mujeres, se acabe con la feminización de la pobreza y se imponga el desarrollo de sistemas públicos de cuidados universales. Un año más saldremos a gritar AQUÍ ESTAMOS LAS FEMINISTAS