Comisiones Obreras de La Rioja | 22 enero 2025.

Desde la Plataforma Bienvenidos Refugiados

Futuro, justicia y humanidad

    Queda lejos el compromiso de este gobierno autonómico con la equidad, la justicia social y la defensa de los Derechos Humanos, en este caso los relativos al menor. No se puede defender públicamente tanta iniquidad humana y política.

    13/01/2025.
    Plataforma Bienvenidxs Refugiadxs

    Plataforma Bienvenidxs Refugiadxs

    No nos resulta sorprendente la acusación de falta de solidaridad que los gobiernos canario y vasco aplican al riojano. Lleva demasiado tiempo aferrado a ella. Señor presidente de La Rioja, señores y señoras consejeras, qué perverso -a veces incluso infame- resulta siempre el adversativo, ¿verdad? Ese: Sí… pero… es brutal. A su izquierda, en los primeros puntos suspensivos, caben todas nuestras certezas, creencias y convicciones. Cabe la justicia, el sometimiento a la legalidad internacional, el respeto y la defensa de los Derechos Humanos, la humanidad, el humanitarismo, el humanismo, la caridad cristiana e incluso, el nada espurio principio de solidaridad. Ahí cabría el aceptar, sin dilación ni excusas, los menores hacinados en Canarias que nos corresponden en el reparto interregional.

     

    Al otro lado, a la derecha de ese ‘pero’, en esos otros puntos suspensivos, caben todas nuestras  iniquidades. Los intereses políticos y personales -egoístas siempre- entre ellas. En este caso la sumisión al jefe y a las estratégicas directrices del partido, que antepone su obsesión por derribar al legítimo gobierno de este país a aceptar cualquiera de sus propuestas; aunque eso lleve implícito injusticia y sufrimiento.

     

     En algún momento, señor presidente, nos hizo creer que ponía sus convicciones por delante de todo eso. Claro que, también cabe la posibilidad de que crea que esa oposición suya a acoger a media docena de menores inmigrantes, le da votos. Los de esa ciudadanía a la que día a día han ido estimulando sus bajas pasiones en base a bulos, aunque hayan sido desmontados uno a uno por el propio Defensor del Pueblo en un demoledor informe que se ve refrendado cada vez que un nuevo estudio ve la luz. 

     

    Hace pocos días, el de la UPCT que, bajo el título ‘El impacto económico de la inmigración en la Región de Murcia’, demostró que los inmigrantes aportan al Estado un 70% más de lo que perciben y un 30% más que los nacidos en España. Sí, también cabe tras ese adversativo, la cultura del rechazo -incluso el odio- si ahora da réditos electorales, aunque nos pase factura a todos más temprano que tarde.

     

    Anteponer los intereses personales a las convicciones resulta miserable, pero asomémonos a los datos, a algo tan denigrado en estos momentos como la verdad pura y dura. Unos datos que sino la ética, al menos deberían despertar nuestro interés egoísta. Eso sí, salvo que ni ellos sean capaces de trastocar la falta de humanidad de este gobierno regional.

     

    Vivimos en una Comunidad Autónoma vacía, que se va vaciando día a día. Seis de cada diez riojanos viven en poco más del 10% de su superficie, en apenas 500 km2. En 2018, 60 municipios tenían menos de 100 habitantes. De 2012 a 2017 sufrió la pérdida de 8.228 empadronados que es como si Nájera hubiera desaparecido del mapa. Una Comunidad que, y esta vez la fuente es este mismo periódico, en junio de 2021 necesitaba 800 trabajadores en el sector de la construcción. En junio de 2022 buscaba 250 camareros. O que, hace apenas seis meses, declaraba que el sector del transporte esperaba una crisis de personal por el envejecimiento de los camioneros. Sin hablar del campo, que además de braceros precisa de personal experimentado en labores agrarias. Sólo hace falta una adecuada política de formación y plausibles perspectivas de futuro para que estos jóvenes migrantes se incorporen al mercado laboral en los sectores en los que son más necesarios.

     

    Pero podemos hablar también de las prestaciones económicas que la acogida conlleva. El Real Decreto 881/2021, de 11 de octubre, regulaba la concesión directa de subvenciones para la acogida de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados de la ciudad de Ceuta en otras autonomías. Pues bien, fijaba una cuantía total de cinco millones de euros. A La Rioja se le adjudicaban cinco menores y 112.500 € (22.500 € por persona). En 2023, se destinaron 145€ por plaza y día, 55.925 € al año, a lo que había que sumar la cuantía que se asigna por acoger un determinado número de menores. En 2024, el Gobierno de España ha puesto sobre la mesa 20 millones de euros para el reparto de 360, lo que supone 55.555 € por menor. A La Rioja se le adjudican ¡cuatro! y su gobierno se pone melindroso y ni siquiera se sonroja.

     

    Aunque claro, dichas aportaciones económicas no son importantes para una Comunidad Autónoma rica que, en boca de sus próceres, proclama a los cuatro vientos que puede prescindir de dos, de tres o de cinco millones de fondos europeos, como si esa renuncia no fuera a ir en detrimento del bienestar de los riojanos y de las riojanas, ya sea reduciendo el gasto en infraestructuras o en servicios. La educación y la sanidad suelen ser los más proclives a sufrirlos y la lucha contra la violencia machista la más vulnerable. De atención a la inmigración, claro está, ni hablamos.

     

    Resulta curioso tanto esfuerzo en etiquetar negativamente a estos inmigrantes sin que nadie comente, tan siquiera, las ventajas de acoger a esos menores en disposición de aprender y trabajar. Nadie habla de que son una inversión a medio y largo plazo. Se prefiere hacer de la excepción norma para generar rechazo y odio, asociándolos con la delincuencia, cuando todos y todas sabemos que es la pobreza y la falta de futuro, las únicas variables que se correlacionan bien con ella. Nadie habla de que los pueblos que los han acogido están felices con ellos y con los beneficios en servicios e infraestructuras asociados a su acogida. Nadie subraya que hasta el Banco de España advierte sobre la necesidad de incorporar cientos de miles de migrantes a nuestro sistema productivo. 

     

    Pero, claro, el futuro queda lejos de la mirada cortoplacista de una legislatura. Más lejos aún el compromiso con la equidad, la justicia social y la defensa de los Derechos Humanos, en este caso los relativos al menor. No se puede defender públicamente tanta iniquidad humana y política. Señores del gobierno, les recordamos que nos representan a todas y todos los riojanos y que en sus actos se identifica a toda la Comunidad Autónoma.

     

     

    Plataforma Bienvenidos Refugiados de La Rioja