Comisiones Obreras de La Rioja | 28 marzo 2024.

Las mujeres de CCOO tomamos la palabra

“Dolor menstrual”, ¿te suena?

    Tras la polémica de las últimas semanas en torno a la salud menstrual y las bajas por reglas dolorosas recogida en la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo, Nuria Vicente, Secretaria de Mujeres e Igualdad de la Federación de Servicios a la Ciudadanía, nos hace reflexionar sobre qué hay detrás de tanta reticencia.

    31/05/2022.
    Las mujeres de CCOO tomamos la palabra

    Las mujeres de CCOO tomamos la palabra

    Tranquilo Manolo. Las mujeres no vamos a sincronizar nuestras reglas y colapsar el país. Tampoco vamos a ocupar los centros de atención primaria para cogernos bajas laborales masivas y quedarnos en nuestras casas de vacaciones.

    No Manolo. ¿Y sabes por qué?, porque el dolor menstrual ha existido siempre, y qué curioso que hasta hoy, no te habías enterado. Sólo cuando se visibiliza un problema, cuando le ponemos nombre y apellidos, que, oh sorpresa, nos afecta a las mujeres, que curioso Manolo, es cuando clamas al cielo.

    Apunta Manolo, coge papel y boli: “Dolor menstrual”, ¿te suena? Es la regla, el período, la berza, La visita de Andrés, La graduación de Carrie”, la prima comunista, la marea roja, la colorá, la caperucita roja…. Y mil nombres que le ponemos, la mayoría de las veces, para que seres como tú, no os sintáis incómodos cuando hablamos de nuestra menstruación.

    Las mujeres llevamos siglos ocultando algo normal, natural y biológico. En pleno siglo XXI seguimos hablando en clave, porque “estamos en esos días” que os molesta oír. Seguimos siendo “traficantes” de tampones y compresas, pidiéndolos en secreto, en voz baja, para que nuestro compañero de oficina no nos oiga o ponga cara de asco.

    El dolor, Manolo, el dolor menstrual existe, es real, y en algunas ocasiones, casi incapacitante. Las mujeres vivimos con dismenorreas, cólicos menstruales, endometriosis, quistes en los ovarios y síndromes premenstruales. Algunas medicadas, otras, sin siquiera ser diagnosticadas correctamente. Y con ello hemos lidiado hasta ahora, en nuestros puestos de trabajo sea cual sea, porque si hay algo que se nos da bien a las mujeres es fingir que no nos pasa nada y seguir adelante. Así lo hemos aprendido y así lo llevamos siglos haciendo.

    Un sinsentido Manolo. Y aún así, pones en duda nuestra condición, nuestra salud y nuestro dolor. Dices que somos victimistas, que no se puede saber si un dolor menstrual es real, no como tu ciática o tu cólico de riñón. Dime Manolo, ¿cómo sabemos si es real o estás fingiendo?

    Parece ser que no te sirve una justificación médica que certifique nuestra realidad, de igual manera que haría con tu inflamación de escroto. Que me expliquen cómo podemos saber si es tu tamaño natural o realmente se te hinchan los testículos. Me gustaría saber si te duele o te lo inventas Manolo, porque que se te hinche un huevo no debe ser tan doloroso. Las mujeres, huevos colganderos no tenemos, pero oye, opinar sobre el tema seguro que se nos da estupendamente, igual que a ti.

    Se me ocurre una idea. Si lo que necesitas es una prueba empírica de nuestro dolor menstrual, propongo lo siguiente: Podemos enseñarte todas las compresas, tampones o copas menstruales que usamos en nuestros ciclos. Así puedes tener la prueba irrefutable de que estamos menstruando y valorar nuestro dolor según tu criterio opinológico.  

    Quizá, Manolo, nos puedes preguntar a nosotras si es normal o hay algo más. Quizá, no tengamos que demostrarte nada Manolo. Quizá debes empezar a callarte, dejar de opinar y entender que, si algo se legisla, se visibiliza, es porque hay una razón de peso detrás. Quizá, Manolo, eso es, debas aprender a callarte y escuchar más.